La transición de la secundaria a la preparatoria es un momento crítico para todos los estudiantes, ya que pueden tomar decisiones que podrían afectar su futuro. Incluso con el apoyo de amigos y maestros, este cambio puede causar miedo y estrés.
Como padre de familia, puedes ayudar a tu hijo a superar este cambio poniendo atención a ciertos aspectos, mismos que se basan en las preocupaciones de la mayoría de los jóvenes de esa edad, como los siguientes:
1. Hacer amigos
Esta es una de las preocupaciones más comunes entre los adolescentes y para facilitarle el camino puedes alentar a tu hijo a trabajar en equipo al inscribirse en actividades extracurriculares que involucren la colaboración grupal, como los deportes.
También es importante que le ofrezcas orientación sobre cómo tomar buenas decisiones al elegir amigos, hablándole de tu propia experiencia o de alguien cercano para que pueda identificarse.
2. Equilibrar su preparación académica con las actividades sociales
Existe un temor común de que los estudiantes descuiden sus estudios la realizar algunas otras actividades sociales. Lo importante es crean un plan de horarios para que pueda tu hijo pueda distribuir su tiempo correctamente y se pueda adaptar a su nueva dinámica tanto de estudio como social.
Es importante asegurarse de que el trabajo escolar sea la prioridad, pues los estudiantes deben tener un plan sólido que les permita llevar a cabo todas sus tareas.
También es recomendable ayudar a tu hijo a elaborar un registro de sus tareas diarias y los proyectos a largo plazo; promueve el uso de una agenda o planificador y de un lugar específico para llevar a cabo dichas tareas y proyectos apropiadamente.
Por otro lado, si los esfuerzos extracurriculares están interfiriendo, puedes ayudarle a buscar una que le agrade y que la práctica requiera menos tiempo. |
3. Lidiar con la personalidad de Maestros
En una preparatoria privada es común que muchos estudiantes manifiestan preocupación por los maestros. Esto puede solucionarse en una plática informativa o visita en la que tanto padres como hijos puedan disipar todas sus dudas.
4. La armonía en el aula
Es importante construir relaciones de confianza con aquellos estudiantes que se sienten marginados o malentendidos, pues disciplinas como la neurociencia muestran claras evidencias de la relación existente entre los sentimientos, la confianza y el aprendizaje.
Este tipo de disciplinas nos ayudan a predecir escenarios y situaciones que puedan generar estrés entre los adolescentes; un tipo de estrés que pueda afectar su desarrollo académico.
Es innegable que cuando en el salón de clases hay diferencias muy evidentes de cualquier tipo; los maestros, así como los padres de familia, deben ser sensibles a las necesidades de los estudiantes y asegurarse de que se sientan cómodos en clase y en casa. |
Por eso, es imprescindible apoyar a los alumnos durante esta época difícil, pues tanto maestros como padres, pueden ayudarlos a alcanzar su máximo potencial.
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